A medida que el tiempo transcurre, el egoísmo se desarrolla y en consecuencia se revela el odio como sea y en donde sea. El resultado es que descubrimos el odio en todos nosotros.
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Enrique Echávarri
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Esto está en oposición directa a nuestra naturaleza; por lo tanto la necesidad de una asociación. Juntos, como un gran poder, podemos trabajar juntos para nulificar el deseo de recibir, que es el mal, en el grado en que interfiere con el alcance del propósito por el cual el hombre fue creado.
Por lo tanto la asociación debe estar compuesta por individuos, todos los cuales tienen la misma visión de mundo, eso es, que el deseo de recibir debe ser acallado. Entonces, la asociación de tales individuos establecerá un gran poder que será capaz de superar su auto-amor colectivo. Esto es en virtud de la inclusión de lo general en lo particular: cada uno esta incluido en todos, y viceversa, todo en cada uno. Por lo tanto cada individuo puede aprovecharse del gran poder colectivo de toda la asociación para alcanzar la meta.
Para alcanzar esta “ínter inclusión” de un individuo con el otro, cada persona debe nulificarse a si misma ante el otro. Esto es alcanzado cuando cada uno ve los puntos positivos del otro y desestima sus fallas. Aquel que se ve así mismo incluso un poco por arriba de sus amigos, no será capaz de unírseles completamente o asimilarse con ellos.
Igualmente, al momento de esta auto-nulificación, ellos deben de ser serios. De otra manera no estarán en sintonía con la meta general. Una vez con el fin de “caminar modestamente,” era costumbre no actuar con seriedad externamente, mientras que en realidad, en sus corazones, había una flama encendida.
Las personas de mente débil, sin embargo, deben ser muy cuidadosas de no verse involucradas en palabras y acciones que no contribuyan al propósito por el cual se asociaron, principalmente la intimidad con Dios (Para más sobre el tema de intimidad con Dios, ver Matan Torah p. 138)
Solamente cuando no se está con los colegas es mejor ocultar la intención en el corazón y ser, externamente, como todos los demás, de acuerdo con el verso “Ve modestamente con Dios tu Señor.” A pesar de que hay interpretaciones más sublimes para este verso, su significado simple es aun grande.
Por lo tanto es esencial que cuando los colegas se reúnen, sean igualitarios entre ellos con el fin de nulificarse a si mismos con cada uno.
Esta asociación debe cuidarse de no ser invadida por la frivolidad, que destruiría todo. (Más bien esto es un asunto personal interno.) Por otra parte, cuando no se está con un colega de la asociación, uno no debe mostrar seriedad, más bien ser justo como la persona con la que esta en ese momento. No debe hablar sobre cosas serias, sino sobre cosas del interés de la persona con la que ahora está, a la que se le llama “el huésped no invitado.”
Autor: Baruj Ashlag (Rabash)